Automotor rápido eléctrico.

Flechas rojas en la red de la encrucijada Suiza. Entre mediados y finales de los años 1930, los Ferrocarriles Federales Suizos (SBB) pusieron en servicio las famosas Flechas Rojas de la Serie CLe 2/4. El perfil de requisitos que debían cumplir los coches motores ligeros iba desde el tráfico rápido, pasando por el servicio regional, hasta prestigiosos viajes de sociedad, entre otros a través de la línea del San Gotardo. Los 7 flechas rojas rindieron honor a su nombre, situándose muy por encima del resto del transporte ferroviario en Suiza, con su velocidad máxima de 125 km/h, mientras que los restantes servicios se tenían que conformar con una velocidad máxima de 100 km/h. La construcción ligera era igual de pionera que el mecanismo neumático para apertura y cierre de las puertas correderas telescópicas. Los bogies muy separados entre sí y la superestructura baja tenían por misión garantizar la suavidad de marcha para los coches con un peso de sólo 33 toneladas. En ambos morros aerodinámicos estaban alojados, por un lado, el transformador refrigerado por aceite y, por otro, los dos motores de tracción conectados en serie y en el salón de viajeros se encontraron dos cabinas de conducción en las cuales el maquinista, sentado, podía desempeñar sus funciones; en el banco situado junto a éste había espacio para 2 viajeros más, quienes disfrutaban de una vista perfecta sobre las vías. En un principio, los coches motores se habían concebido como vehículos que circulaban sueltos y, por este motivo, se renunció a los dispositivos de tracción y empuje convencionales entre coches, no habiéndose introducido tales dispositivos hasta después de la segunda Gerra Mundial para poder arrastrar también, por ejemplo, vagonones de mercancías ligeros. A pesar de no cumplir todas las expectativas, los Flechas Rojas alcanzaron rápidamente popularidad entre los clientes del ferrocarril y, en parte, eso es lo que se cuenta, tuvieron que hacer frente en numerosas ocasiones a avalanchas de viajeros. En tales avalanchas se amontonaban hasta 200 viajeros en los coches homologados para 100 personas (70 plazas sentadas y 30 plazas de pie). Era habitual encontrarlos en prácticamente todos los rincones de la Confederación Helvética, sobre todo debido a los viajes de sociedad y alcanzaron entre la población un alto grado de popularidad semejante al de los cocodrilos. Los Flechas Rojas experimentaron durante su período activo varias remodelaciones, renovaciones técnicas así como varios cambios de designación de su tipo constructivo; el primero que en 1966 fue retirado del servicio y desguazado fue el tipo constructivo RBe 2/4. Hasta 1974 se mantuvieron 2 vehículos en el parque de los SBB, de los cuales uno fue vendido a los OeBB y circuló todavía varios años en una pintura azul poco habitual para el mismo. Hoy todavía existe un coche motor como vehículo histórico y recuerda a la época de los Flechas Rojas en servicio en la encrucijada suiza.